Milagro
1960-1969
En el umbral de un nuevo amanecer
Toma aérea de Milagro en el año de 1964 |
Invasión de los terrenos de la Hacienda Rosa María. AL fondo se observa el antiguo edificio de LEA |
Atrás habían quedado cuatro
décadas de logros importantes para el cantón.
Milagro entraba en una etapa adulta de su vida política
que exigía nuevas transformaciones sociales y un mayor crecimiento de su
territorio, que por entonces gran parte del sur y norte pertenecía al Ingenio
Valdez, pues su cabecera cantonal se extendía desde Ernesto Seminario hasta la Compañía Agrícola
San Miguel y del río Milagro hacia la calle Calderón. Hasta allí llegaba
Milagro al comenzar 1960.
Por esos años la situación en la ciudad se encontraba en
su momento más crítico, agitada por las pugnas entre el Ingenio Valdez y la
dirigencia política que llegaban a confrontaciones graves, ya que Valdez era
propietario de casi todo Milagro y en ese sentido no cedía posiciones.
Y
es así como en la madrugada del 20 de agosto de 1960 se produce la invasión a los
terrenos de la hacienda Rosa María, que el 7 de mayo de 1928 habían sido declarados
expropiados mediante Decreto Supremo No. 48.
Bajo
esas circunstancias asume la
Presidencia del Concejo, Vicente Concha Píngel y en una dura
lucha junto a las instituciones del cantón consiguió la extensión de límites de
Milagro, logrando de esta manera que la Municipalidad obtenga mejores ingresos
por concepto de predios urbanos.
Concha
que hasta ese momento había sido empleado del Ingenio Valdez, dio por aprobada
la expropiación de los terrenos; y, como era lógico de suponerse esa decisión,
conllevó a que pierda su trabajo por algunos meses.
Por
esta fecha el Servicio Social del Ministerio de Previsión Social, (hoy
Bienestar Social) y de la Caja
de Reconstrucción y Rehabilitación, intervino activa y eficientemente en la
nominación de las personas, que merecían ser atendidas con los beneficios de la
expropiación.
Pero
el problema, lejos de estar terminado con las antes citadas disposiciones, se
había hecho mayor con el tiempo, pues el número de personas propietarias de
solares había crecido en forma considerable y los dueños de los mismos, no
queriendo tratar con muchos, se dirigieron a la Municipalidad pidiendo que
represente a todos los posesionarios para tratar el problema en igualdad de
condiciones.
Posteriormente,
el 10 de enero de 1963, el Cabildo consiguió que el Gobierno de Carlos Julio
Arosemena Monroy, mediante Decreto Ejecutivo, encargue a la comuna milagreña,
la adquisición, urbanización y venta de todos los terrenos expropiados en 1928,
como en efecto se lo hizo mediante escritura pública efectuada en Guayaquil el
28 de diciembre de 1963 con los personeros de la Compañía Azucarera
Valdez S.A. ante el notario público de ese cantón, Jorge Jara Grau.
En
aquella memorable ocasión, Valdez transfirió a la Municipalidad de Milagro sus
terrenos expropiados ubicados en la hacienda Rosa María (zona urbana, suburbana
y de reserva) y los del histórico sector denominado Chirijo o Potrero López, en
un precio de S/. 1´307.670, 75 que fue el valor estimado para la venta.
La
fiebre por las invasiones continuará en 1966, esta vez en la zona norte de
Milagro en extensos terrenos de propiedad del Banco Ecuatoriano de la Vivienda y Seguro Social,
que luego dieron paso a la formación de nuevas ciudadelas que aún conservan
esos nombres.
Esto
obligó al Ayuntamiento adquirir dichos solares y en 1973 el Gobierno de
Rodríguez Lara dicta el Decreto en que se otorga un plazo improrrogable de seis
meses a los posesionarios para legalizar sus transferencias de dominio,
teniendo los contratos correspondientes un recargo de 10 sucres por cada metro
cuadrado.
Los terrenos a que hace mención el Decreto antes señalado, corresponden
a los sectores de Rosa María, San Francisco, Chirijo, Zona Antigua, y María
Mercedes.
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