El incendio de la
Casa Municipal
Casa Municipal 1922 |
Era
la madrugada del 27 de abril de 1942 cuando la ciudad se despertó alarmada. Un
incendio producido por un cortocircuito en casa de la familia Salazar, arrasó
con todos los inmuebles ubicados en las calles Juan Montalvo, entre Pedro Carbo
y Nueve de Octubre, incluida la Casa
Municipal y todas las oficinas públicas que allí funcionaban.
La casa donde se
originó el flagelo quedó completamente destruida y luego las llamas alcanzaron la Casa Municipal , el domicilio
del doctor Ernesto Albuja Aspiazu, donde funcionaba “La Botica
del Pueblo”, el bazar de la viuda de Tomás Albán, así como la vivienda de
la señora Guadalupe de Zea, en donde quedaba el bazar “Cartucho” de Juan Luciano Espinoza y la “Botica del Comercio” de Diógenes García Ortiz.
Otro de los edificios afectados fue la Comisaría del Trabajo,
en cuya planta baja se hallaba el establecimiento comercial de Plutarco Vélez,
librería “Para Ti” de Julio Acuña
Gomero, el almacén del comerciante asiático Yong Sang y la vivienda de Daniel
Moreno.
Las viviendas de estructuras mixtas y la falta de agua en
los grifos permitieron que tomara cuerpo el flagelo, que en pocos minutos se
propagó por toda la manzana, dejando cuantiosas pérdidas materiales y a una
población sumida en el dolor y la angustia.
Los daños materiales que ocasionó el siniestro al Cabildo
ascendieron al medio millón de sucres, pero lo que más lamenta la conciencia
colectiva del cantón, es la desaparición del archivo municipal en donde
reposaban valiosos documentos que daban cuenta de nuestra historia.
Milagro aprendió de esta tragedia y transmitió un
sentimiento de solidaridad entre sus pobladores para levantarse cual ave fénix
de sus escombros y emprender una sudorosa jornada que lo llevará a conseguir
más tarde una de sus más importantes obras: la adquisición de la Planta de Luz y Fuerza
Eléctrica, no obstante que la construcción del nuevo Palacio Municipal tuvo que
esperar casi 40 años.
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