De la primera
canalización al sistema de alcantarillado sanitario y pluvial; la laguna de
oxidación y estación de bombeo (1943 a 2012)
Luego
de la tremenda conmoción que representó para los milagreños el incendio del año
1942, el Cabildo y el pueblo se unieron mancomunadamente para hacer realidad la
canalización y pavimentación de la ciudad, que era uno de sus sueños más
anhelados.
Fue
en 1936 en la administración municipal de Segundo Escobar que nació la idea de
canalizar Milagro, para lo cual el Concejo creó impuestos al plátano, al
algodón, piña y otros productos agrícolas, pero no tuvo acogida por el pueblo.
Sin
embargo en 1939, en la presidencia del Concejo del Dr. Felipe Barbotó
Bustamante, la idea fue tomando forma y se convierte en proyecto con sus
respectivos planos y presupuesto, que fueron elaborados por el ingeniero
norteamericano Peter Jalowiez, pero tampoco prosperó.
Para
1942 en la administración municipal del Coronel Felipe Yéquer Bermeo fue cuando
definitivamente se trató este tema. Para el efecto, el Cabildo había elaborado
un plano del proyecto, el cual se quemó junto con la Casa Municipal en el incendio
del 27 de abril de ese mismo año.
Por
aquella época un grupo de entusiastas y connotados ciudadanos organizaron el
Comité Pro-Canalización y Pavimentación, que estuvo presidido por el empresario
Enrique Stagg Arrarte, Antonio Torres Rodrigo, Rosa Delia Guzmán de Andrade,
Julio Acuña Gomero, Edmundo Valdez Murillo, Alberto Hidalgo Gamarra, Alberto
Pacheco, Victoria Macías de Acuña, Haydée Díaz de Durán, María Esther de Jara,
Juan Ramón Fariño, Alejandro López, entre otros, se encargaron de gestionar
ante el Parlamento los fondos necesarios para iniciar la obra, al tiempo que
también realizaban ante la Corporación
Ecuatoriana de Fomento para obtener un empréstito de 4
millones de sucres.
Para
pagar ese empréstito, la Municipalidad propuso al Congreso que apruebe un
impuesto de 1 a
2 sucres por cada quintal de azúcar que se produzca en Milagro, lo cual daría
una renta anual de medio millón de sucres, así como un impuesto igual a las
piladoras de arroz; esto produciría unos 200 mil sucres más, a parte de otros
gravámenes a los víveres.
Es
así como en 1943, en la administración de Rafael Rivadeneira Chiriboga, el
Concejo aprobó la Ordenanza
que creaba impuestos que debían ser destinados al pago del empréstito para la
obra de canalización, pero lamentablemente el gobierno de Arroyo del Río no
brindó el apoyo necesario para la ejecución del proyecto. El dinero que se
recaudó de los impuestos, fueron utilizados como préstamos al gobierno para la
creación de la Planta
de Luz y Fuerza Eléctrica de Milagro que se inauguró el 1 de mayo de 1948.
En
septiembre de 1943 cuando parecía que las esperanzas por conseguir la
canalización se esfumaban; de repente surgió una nueva propuesta. Manuel Granja
Cevallos, industrial, dueño de la empresa de gabarras de Durán y que después lo
fue de La Milagrera , que desde 1912 había abastecido de
energía eléctrica a Milagro, propuso al Concejo Cantonal canalizar y pavimentar
por su cuenta la calle Juan Montalvo, desde Nueve de Octubre a Pedro Carbo.
La
propuesta fue recibida con júbilo por los milagreños, pero sin sospechar que
detrás de esto se escondían intereses personales del industrial que se
manifestaban en ambiciones políticas, pero al poco tiempo el Cabildo desechó el
planteamiento ofrecido por Granja, además de no contar con el suficiente dinero
para financiar la obra y a Granja no le quedó otra cosa que sepultar los pocos
tubos que había instalado en la calle Juan Montalvo. Al año siguiente, en la
administración de Edmundo Valdez Murillo se inicia un nuevo estudio del
proyecto pero sin mayores resultados.
La segunda
canalización
Con el referente de haberse realizado en 1944
el primer intento de canalización, en la administración municipal de Rafael
Valdez Murillo, se da inicio a un nuevo estudio del proyecto de esta obra que
no tuvo mayores resultados. Pero no es sino hasta 1952 en que la administración
de Nicolás Lapentti Acuña autorizó la celebración del Contrato de Canalización
de Aguas Lluvias y Servidas de la cabecera cantonal.
Para
la ejecución de la obra fue convocado en el año 1951 una licitación en que
participaron las siguientes firmas:
Ing. Miguel Salem Dibo S/. 2´352.567, 00
Ing. Pedro Carbo Medina S/. 2´989.082, 00
Compañía
INCA S/. 2´991.251, 00
Ing.
Román Checa S/. 3´776.092,
00.
El
contrato de la obra fue adjudicado al ingeniero Miguel Salem Dibo y el 25 de
abril de 1952 se firmó el primer contrato de canalización integral de
Milagro.
Los
trabajos se iniciaron el 18 de septiembre de 1952 en la esquina de las calles
Olmedo y Nueve de Octubre (al pie del colegio San José) y continuó por García
Moreno, 5 de Junio, Roberto Astudillo, Sucre, Vargas Torres, Eloy Alfaro, 24 de
Mayo, 10 de Agosto, Pedro Carbo, Calderón, Chimborazo y Chile. La obra fue
contratada para su culminación en un plazo de 2 años, pese a lo riguroso de la
estación invernal que paralizó los trabajos por el tiempo de 6 meses.
La
administración de Lapentti Acuña pagó la cuota inicial de medio millón de
sucres y dos liquidaciones con un monto aproximado de 75 mil sucres cada uno.
La
obra tuvo que sortear varios inconvenientes de orden financiero, pues su
culminación dependió de la ayuda del Gobierno y de los fondos acumulados que
por mucho tiempo estuvieron “perdidos” en el Banco del Comercio, institución
que quebró en noviembre de 1951 y en la que la Municipalidad tenía depositado
cerca de 900 mil sucres en la Cuenta Saneamiento.
Posteriormente
entre los años 1953, 1955, 1956 y 1957 Presidió el Concejo, Edmundo Valdez
Murillo y la canalización continuó en la cabecera cantonal, llevando el canal
principal de aguas negras hasta más allá del Camal Municipal.
Con
el pasar de los años vendrían nuevas administraciones municipales como la de
los alcaldes Tomás Dávila Freire (1984-1988) e Iván Coello León (2002-2005) que
ampliaron el sistema de redes en varios sectores de Milagro, y en otros
fueron reemplazadas las obsoletas
tuberías que ya habían colapsado con el
tiempo, pero aún faltaba la canalización integral de la ciudad; proyecto
ambicioso y de gran envergadura que requerirá un costoso financiamiento.
El Alcantarillado
Sanitario y Pluvial
El momento tan esperado por autoridades y
ciudadanía en general llegó, luego de más de 60 años de espera, con la firma
del convenio de crédito entre el Banco del Estado y el Gobierno Autónomo
Descentralizado de Milagro, presidido por Francisco Asan Wonsang que marcó
aquel 27 de febrero de 2012 como la fecha en que se inició el proceso de cambio
para la ciudad.
Este extenso proceso que incluyó desde la
preparación de proyectos técnicos y ambientales estudios de factibilidad y
diseños definitivos en la primera fase realizados desde el año 2005,
cuantificación del costo de la obra; la gestión del financiamiento y por último
la actualización de la información de acuerdo a los niveles de crecimiento de
la urbe y de la población, empezó a ser realidad el 26 de julio de 2012 con la
firma del contrato.
Febrero de 2012 significó un mes de hechos
sin precedentes, los más importante fueron la entrega por parte de la
Prefectura del Guayas, de la licencia integral ambiental y el convenio de
crédito que se firmó con el Banco del Estado, esto como requisitos finales para
la implementación del proyecto de obras de alcantarillado sanitario y pluvial.
Con la firma de esta licencia se cumplió con
los requisitos para acceder al convenio de crédito y dar inicio con la obra de
saneamiento ambiental.
La ejecución de la primera fase del proyecto
integral de alcantarillado sanitario y pluvial fue financiado con 19´935.572,47
dólares con recursos del Banco del Estado, de los cuales 12´530.850,22 dólares
son parte del crédito y 7´404.722,25 son parte de la asignación no
reembolsable. Además el cabildo aportó con 6´519.869,33 dólares para
pavimentación asfáltica de vías, colocación de señalización vertical y
horizontal de tránsito y construcción de redes de distribución de agua. Todo
este proyecto tuvo un costo total de 26´455.441,80 que cubre el 100% de esa
primera fase.
El 1 de agosto de ese mismo se inició la
instalación de los colectores pluviales, todos juntos a las riberas del río
Milagro beneficiando a diversos sectores y ciudadelas como SOMA, Unida, Dáger,
Bellavista Norte y Sur, Los Vergeles, Floresta, Cañaverales, Sindicato
Empleados de Valdez, San Francisco, San Camilo, Valdez Antiguo, Quinta
Patricia, El Porvenir, Rosa María 1 y 2 y Nuevo Milagro.
La construcción de estos sistemas evita la
contaminación de los suelos, ríos y cauces naturales que el mundo ha
experimentado en los últimos años; por esta razón se ha buscado las mejores
alternativas de recolección y drenaje.
Lagunas
de oxidación y la estación de bombeo
Esta trascendental obra se inició en el
sector Este de la ciudad, en los terrenos que pertenecieron al Ingenio Valdez y
que fueron declarados de utilidad pública por la Municipalidad para dicha obra.
Las aguas recolectadas por el sistema de
alcantarillado de aguas servidas, son depositadas y bombeadas, mediante una
estación elevadora de cárcamo húmedo hasta la planta de tratamiento, donde
serán tratadas hasta cumplir con las normas de calidad ambiental de descargas
de efluentes, para posteriormente ser vertidas al río Milagro.
La planta de tratamiento está conformada por
un sistema de lagunas de oxidación, la cual tiene dos subsistemas en paralelo,
cada uno contará con una laguna anaerobia, conectada en serie a otra
facultativa y ésta a su vez a dos lagunas de maduración.
En esta primera fase el porcentaje de
contaminación de la ciudad ha sido mínimo, ya que con las nuevas instalaciones
de tuberías la ciudad contó por primera vez con un sistema totalmente
independiente al pluvial.
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