viernes, 16 de septiembre de 2016

De la primera canalización al sistema de alcantarillado sanitario y pluvial; la laguna de oxidación y estación de bombeo (1943 a 2012)

De la primera canalización al sistema de alcantarillado sanitario y pluvial; la laguna de oxidación y estación de bombeo (1943 a 2012)














Luego de la tremenda conmoción que representó para los milagreños el incendio del año 1942, el Cabildo y el pueblo se unieron mancomunadamente para hacer realidad la canalización y pavimentación de la ciudad, que era uno de sus sueños más anhelados.

Fue en 1936 en la administración municipal de Segundo Escobar que nació la idea de canalizar Milagro, para lo cual el Concejo creó impuestos al plátano, al algodón, piña y otros productos agrícolas, pero no tuvo acogida por el pueblo.

Sin embargo en 1939, en la presidencia del Concejo del Dr. Felipe Barbotó Bustamante, la idea fue tomando forma y se convierte en proyecto con sus respectivos planos y presupuesto, que fueron elaborados por el ingeniero norteamericano Peter Jalowiez, pero tampoco prosperó.

Para 1942 en la administración municipal del Coronel Felipe Yéquer Bermeo fue cuando definitivamente se trató este tema. Para el efecto, el Cabildo había elaborado un plano del proyecto, el cual se quemó junto con la Casa Municipal en el incendio del 27 de abril de ese mismo año.

Por aquella época un grupo de entusiastas y connotados ciudadanos organizaron el Comité Pro-Canalización y Pavimentación, que estuvo presidido por el empresario Enrique Stagg Arrarte, Antonio Torres Rodrigo, Rosa Delia Guzmán de Andrade, Julio Acuña Gomero, Edmundo Valdez Murillo, Alberto Hidalgo Gamarra, Alberto Pacheco, Victoria Macías de Acuña, Haydée Díaz de Durán, María Esther de Jara, Juan Ramón Fariño, Alejandro López, entre otros, se encargaron de gestionar ante el Parlamento los fondos necesarios para iniciar la obra, al tiempo que también realizaban ante la Corporación Ecuatoriana de Fomento para obtener un empréstito de 4 millones de sucres.

Para pagar ese empréstito, la Municipalidad propuso al Congreso que apruebe un impuesto de 1 a 2 sucres por cada quintal de azúcar que se produzca en Milagro, lo cual daría una renta anual de medio millón de sucres, así como un impuesto igual a las piladoras de arroz; esto produciría unos 200 mil sucres más, a parte de otros gravámenes a los víveres.

Es así como en 1943, en la administración de Rafael Rivadeneira Chiriboga, el Concejo aprobó la Ordenanza que creaba impuestos que debían ser destinados al pago del empréstito para la obra de canalización, pero lamentablemente el gobierno de Arroyo del Río no brindó el apoyo necesario para la ejecución del proyecto. El dinero que se recaudó de los impuestos, fueron utilizados como préstamos al gobierno para la creación de la Planta de Luz y Fuerza Eléctrica de Milagro que se inauguró el 1 de mayo de 1948.

En septiembre de 1943 cuando parecía que las esperanzas por conseguir la canalización se esfumaban; de repente surgió una nueva propuesta. Manuel Granja Cevallos, industrial, dueño de la empresa de gabarras de Durán y que después lo fue de La Milagrera, que desde 1912 había abastecido de energía eléctrica a Milagro, propuso al Concejo Cantonal canalizar y pavimentar por su cuenta la calle Juan Montalvo, desde Nueve de Octubre a Pedro Carbo.

La propuesta fue recibida con júbilo por los milagreños, pero sin sospechar que detrás de esto se escondían intereses personales del industrial que se manifestaban en ambiciones políticas, pero al poco tiempo el Cabildo desechó el planteamiento ofrecido por Granja, además de no contar con el suficiente dinero para financiar la obra y a Granja no le quedó otra cosa que sepultar los pocos tubos que había instalado en la calle Juan Montalvo. Al año siguiente, en la administración de Edmundo Valdez Murillo se inicia un nuevo estudio del proyecto pero sin mayores resultados.

La segunda canalización

Con el referente de haberse realizado en 1944 el primer intento de canalización, en la administración municipal de Rafael Valdez Murillo, se da inicio a un nuevo estudio del proyecto de esta obra que no tuvo mayores resultados. Pero no es sino hasta 1952 en que la administración de Nicolás Lapentti Acuña autorizó la celebración del Contrato de Canalización de Aguas Lluvias y Servidas de la cabecera cantonal.

Para la ejecución de la obra fue convocado en el año 1951 una licitación en que participaron las siguientes firmas:

Ing. Miguel Salem Dibo         S/. 2´352.567, 00
Ing. Pedro Carbo Medina      S/. 2´989.082, 00
Compañía INCA                    S/. 2´991.251, 00
Ing. Román Checa                S/. 3´776.092, 00.

El contrato de la obra fue adjudicado al ingeniero Miguel Salem Dibo y el 25 de abril de 1952 se firmó el primer contrato de canalización integral de Milagro.  

Los trabajos se iniciaron el 18 de septiembre de 1952 en la esquina de las calles Olmedo y Nueve de Octubre (al pie del colegio San José) y continuó por García Moreno, 5 de Junio, Roberto Astudillo, Sucre, Vargas Torres, Eloy Alfaro, 24 de Mayo, 10 de Agosto, Pedro Carbo, Calderón, Chimborazo y Chile. La obra fue contratada para su culminación en un plazo de 2 años, pese a lo riguroso de la estación invernal que paralizó los trabajos por el tiempo de 6 meses.

La administración de Lapentti Acuña pagó la cuota inicial de medio millón de sucres y dos liquidaciones con un monto aproximado de 75 mil sucres cada uno.

La obra tuvo que sortear varios inconvenientes de orden financiero, pues su culminación dependió de la ayuda del Gobierno y de los fondos acumulados que por mucho tiempo estuvieron “perdidos” en el Banco del Comercio, institución que quebró en noviembre de 1951 y en la que la Municipalidad tenía depositado cerca de 900 mil sucres en la Cuenta Saneamiento.

Posteriormente entre los años 1953, 1955, 1956 y 1957 Presidió el Concejo, Edmundo Valdez Murillo y la canalización continuó en la cabecera cantonal, llevando el canal principal de aguas negras hasta más allá del Camal Municipal.

Con el pasar de los años vendrían nuevas administraciones municipales como la de los alcaldes Tomás Dávila Freire (1984-1988) e Iván Coello León (2002-2005) que ampliaron el sistema de redes en varios sectores de Milagro, y en otros fueron  reemplazadas las obsoletas tuberías que ya habían  colapsado con el tiempo, pero aún faltaba la canalización integral de la ciudad; proyecto ambicioso y de gran envergadura que requerirá un costoso financiamiento.



El Alcantarillado Sanitario y Pluvial

El momento tan esperado por autoridades y ciudadanía en general llegó, luego de más de 60 años de espera, con la firma del convenio de crédito entre el Banco del Estado y el Gobierno Autónomo Descentralizado de Milagro, presidido por Francisco Asan Wonsang que marcó aquel 27 de febrero de 2012 como la fecha en que se inició el proceso de cambio para la ciudad.

Este extenso proceso que incluyó desde la preparación de proyectos técnicos y ambientales estudios de factibilidad y diseños definitivos en la primera fase realizados desde el año 2005, cuantificación del costo de la obra; la gestión del financiamiento y por último la actualización de la información de acuerdo a los niveles de crecimiento de la urbe y de la población, empezó a ser realidad el 26 de julio de 2012 con la firma del contrato.

Febrero de 2012 significó un mes de hechos sin precedentes, los más importante fueron la entrega por parte de la Prefectura del Guayas, de la licencia integral ambiental y el convenio de crédito que se firmó con el Banco del Estado, esto como requisitos finales para la implementación del proyecto de obras de alcantarillado sanitario y pluvial.

Con la firma de esta licencia se cumplió con los requisitos para acceder al convenio de crédito y dar inicio con la obra de saneamiento ambiental.

La ejecución de la primera fase del proyecto integral de alcantarillado sanitario y pluvial fue financiado con 19´935.572,47 dólares con recursos del Banco del Estado, de los cuales 12´530.850,22 dólares son parte del crédito y 7´404.722,25 son parte de la asignación no reembolsable. Además el cabildo aportó con 6´519.869,33 dólares para pavimentación asfáltica de vías, colocación de señalización vertical y horizontal de tránsito y construcción de redes de distribución de agua. Todo este proyecto tuvo un costo total de 26´455.441,80 que cubre el 100% de esa primera fase.

El 1 de agosto de ese mismo se inició la instalación de los colectores pluviales, todos juntos a las riberas del río Milagro beneficiando a diversos sectores y ciudadelas como SOMA, Unida, Dáger, Bellavista Norte y Sur, Los Vergeles, Floresta, Cañaverales, Sindicato Empleados de Valdez, San Francisco, San Camilo, Valdez Antiguo, Quinta Patricia, El Porvenir, Rosa María 1 y 2 y Nuevo Milagro.

La construcción de estos sistemas evita la contaminación de los suelos, ríos y cauces naturales que el mundo ha experimentado en los últimos años; por esta razón se ha buscado las mejores alternativas de recolección y drenaje.

Lagunas de oxidación y la estación de bombeo

Esta trascendental obra se inició en el sector Este de la ciudad, en los terrenos que pertenecieron al Ingenio Valdez y que fueron declarados de utilidad pública por la Municipalidad para dicha obra.

Las aguas recolectadas por el sistema de alcantarillado de aguas servidas, son depositadas y bombeadas, mediante una estación elevadora de cárcamo húmedo hasta la planta de tratamiento, donde serán tratadas hasta cumplir con las normas de calidad ambiental de descargas de efluentes, para posteriormente ser vertidas al río Milagro.

La planta de tratamiento está conformada por un sistema de lagunas de oxidación, la cual tiene dos subsistemas en paralelo, cada uno contará con una laguna anaerobia, conectada en serie a otra facultativa y ésta a su vez a dos lagunas de maduración.


En esta primera fase el porcentaje de contaminación de la ciudad ha sido mínimo, ya que con las nuevas instalaciones de tuberías la ciudad contó por primera vez con un sistema totalmente independiente al pluvial.












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