jueves, 8 de septiembre de 2016

El Cuerpo de Bomberos de Milagro












Guayaquil, la ciudad puerto había experimentado desde su fundación hasta el segundo año del siglo 20 pavorosos flagelos que la consumió en varias ocasiones a cenizas, siendo los de mayor significación históricas los ocurridos el 5 y 6 de octubre de 1896 y el de 1902 conocido como el del Carmen.

Pese a que ya el 17 de agosto de 1835 se había creado de manera incipiente un Cuerpo de Bomberos para esa ciudad, por el patricio guayaquileño Vicente Rocafuerte y Bejarano, nada pudo hacer para que las pocas casa que existían por aquellos años sucumbieron al azote de las llamas, cuya dotación de agua se la hacía a través del río Guayas, hasta que finalmente a través de los años fue alcanzando un adelanto, no solo en su infraestructura sino también en el concurso de los valerosos hombres que han entregado sus vidas en el combate al fuego.

Estos amargos episodios también los experimentó en carne propia desde la segunda mitad del siglo 19 la novel parroquia Milagro, que ya en 1854, año cruento en nuestra impronta citadina, se produjo el Gran Incendio, que se inició en casa del señor Miguel Vera, situada en el lugar que años más tarde ocupara el doctor Vicente Asan Ubilla, esto es en 5 de Junio y Rocafuerte, en la recordada Botica Central, destruyendo un 70% de a población existente, tomando en cuenta que ese sector era el centro poblado de ese Milagro que se extendía de oeste a este desde la actual Pedro Carbo hasta el barrio San Pedro y de norte a sur, desde la calle Calderón a Olmedo.

Debieron ser momentos duros y tristes para una población que sólo se dedicaba a un comercio artesanal, entre tiendas, pulperías, sastrerías y agricultura.

Tomando como antecedente estos amargos episodios y precautelando la seguridad ciudadana los parroquianos de entonces deciden crear el 7 de octubre de 1888 el primer Cuerpo de Bomberos de Milagro, pero sin vida jurídica sólo motivados por el deseo ferviente de defender a la población de los incendios que la hacían presa fácil de las llamas, ya que por aquellos años las viviendas eran construidas de caña y madera., siendo nombrado como su Primer Jefe el señor Francisco Astudillo.

Apenas habían transcurrido 7 años de su creación cuando el 2 de noviembre de 1895 un nuevo incendio toma por sorpresa a los desprevenidos habitantes, devorando esta vez a la parroquia de extremo a extremo, salvándose de milagro la Iglesia Parroquial y las casas de la calle Elizalde Vera y Malecón, es decir en la cuadra donde actualmente está ubicado el edificio de Agripac, hacia la parrillada Lamparilla.

Lamentablemente, los pocos miembros que conformaban la frágil institución bomberil no pudieron evitar que las llamas consuman las viviendas, pero sí salvar las vidas de sus propietarios.

Al llegar el siglo 20 y con él vientos de cambios que de a poco van a ir en un lento ascenso transformador que se comenzará a sentir en agosto de 1919, cuando el gobierno del doctor Alfredo Baquerizo Moreno, nombra Primer Jefe del Cuerpo de Bomberos de Milagro a Vicente Concha Sánchez, quien será el protagonista en el año 1922 de la gestión y consecución para la creación oficial por Decreto Ejecutivo del Cuerpo de Bomberos de nuestra ciudad,  ya que la del 7 de octubre de 1888 fue el inicio de la gesta para la creación de esta noble y abnegada institución como así lo registra nuestra historia y que luego, 4 años más tarde el Dr. Isidro Ayora Cueva, presidente interino de la República, decretó el 10 de octubre  de 1926 como Día del Bombero Ecuatoriano, manteniendo su lema Abnegación y Disciplina.

Al culminar don Vicente Concha Sánchez su administración, el 9 de septiembre de 1922 Javier Romero Romero fue nombrado Primer Jefe, dando inicio a la instalación de grifos contra incendios, obra altamente necesaria en aquellos años para Milagro, la cual se terminó de inaugurar el 9 de octubre de ese mismo año.

Cuando todo hacía suponer que los tiempos nuevos traerían mejores días a la población en materia de seguridad contra incendios, llegó lo peor.

Era la madrugada del 27 de abril de 1942 cuando la ciudad se despertó alarmada. Un incendio producido por un cortocircuito en casa de la familia Salazar, arrasó con todos los inmuebles ubicados en las calles Juan Montalvo, entre Pedro Carbo y Nueve de Octubre, incluida la Casa Municipal y todas las oficinas públicas que allí funcionaban y lo paradójico de todo esto es que hasta el mismo Cuerpo de Bomberos fue consumido por las llamas.

La casa donde se originó el flagelo quedó completamente destruida y luego las llamas   alcanzaron la Casa Municipal, el domicilio del doctor Ernesto Albuja Aspiazu, donde funcionaba La Botica del Pueblo”, el bazar de la viuda de Tomás Albán, así como la vivienda de la señora Guadalupe de Zea, en donde quedaba el bazar “Cartucho” de Juan Luciano Espinoza y la “Botica del Comercio” de Diógenes García Ortiz.

Otro de los edificios afectados fue la Comisaría del Trabajo, en cuya planta baja se hallaba el establecimiento comercial de Plutarco Vélez, librería “Para Ti” de Julio Acuña Gomero, el almacén del comerciante asiático Yong Sang y la vivienda de Daniel Moreno. 
Las viviendas de estructuras mixtas y la falta de agua en los grifos permitieron que tomara cuerpo el flagelo, que en pocos minutos se propagó por toda la manzana, dejando cuantiosas pérdidas materiales y a una población sumida en el dolor y la angustia.

Los daños materiales que ocasionó el siniestro ascendieron al millón de sucres, pero lo que más lamenta la conciencia colectiva del cantón, es la desaparición del archivo municipal en donde reposaban valiosos documentos que daban cuenta de nuestra historia.
 
El cruento golpe que recibió el Cuerpo de Bomberos de Milagro fue muy duro, sin embargo de ello hubo de pasar 12 largos años hasta que de nuevo cuente con un edificio propio, moderno y funcional.

Y es así como el 20 de septiembre de 1954 con motivo de los 41 años de vida cantonal de Milagro, es incluido en el programa general de festejos de la Municipalidad, la inauguración del edificio del Cuerpo de Bomberos, ubicado en Rocafuerte, entre García Moreno y 24 de Mayo, obra que fue gestionada por el Coronel Juan Ramón Fariño Gavilánez, cuya estructura fue construida de hormigón armado con mampostería de ladrillo, funcionando en la parte alta su Jefatura y en la planta baja la Compañía No. 1 Milagro. En la parte superior del edificio aún se observa la vieja sirena de alarma, que forma parte como uno de los íconos referentes de nuestra transitada vida bucólica citadina junto con el pito del centenario Ingenio Valdez.

Con el correr de los años y ya con una población mayor aparecerán además de la Compañía No.1 Milagro, sus similares, No. 3 17 de Septiembre, No.4 Columna de Hacheros Antonio Torres Rodrigo, No.6 Vicente Adum Antón, No. 7 Enrique Valdez, No.9 Javier Romero Romero, la recientemente creada Compañía de Bomberos La Pradera, así como las ya existentes en las parroquias rurales Compañía de Bomberos Roberto Astudillo y Compañía de Bomberos Mariscal Sucre y la ya desaparecida Comercio No. 2, ubicadas en sitios estratégicos de la ciudad y siempre listas a actuar cuando la emergencia obliga como en los incendios de 1954, registrado en 24 de Mayo, entre Pedro Carbo y Bolívar, que dejó como saldo trágico 18 casas reducidas a cenizas y pérdidas por un valor de 160 mil sucres, cifra exorbitante para la época y el ocurrido en 1987 en el Centro Comercial La Milagreña, donde una vez más la valentía y tenacidad de los hombres de la casaca roja se puso a prueba evitando que las llamas contaminen todo el lugar. Lamentablemente falleció una persona que no puedo escapar al humo y al intenso calor que trascendía hacia la calle García Moreno y Miguel Valverde, dejando asimismo millones de sucres en pérdidas materiales.

Pero su historia habría de cambiar radicalmente cuando llegó la modernización y el profesionalismo, que no solo comprende el combate al fuego con modernas unidades, sino también en labores de rescate, asistencia con paramédicos y el manejo eficiente de las telecomunicaciones, que a diferencia de otrora épocas, permite una comunicación directa y efectiva con su personal y otras instituciones a fines a la seguridad ciudadana.

El 13 de julio de 2011, mediante ordenanza municipal, esta institución pasa a constituirse en Empresa Pública Cuerpo de Bomberos de Milagro, cuya promulgación fue publicada en la Gaceta Oficial No. 6 del Gobierno Autónomo Descentralizado San Francisco de Milagro, el 10 de agosto de 201, siendo su actual gerente el abogado Antonio Albán Vinueza.

Desde su creación hasta los actuales días, esta noble institución ha tenido que bregar duro, pues sabe que el camino no ha estado lleno de rosas, sino de sinsabores para alcanzar sus objetivos, pues las circunstancias por las que le ha tocado atravesar no han sido las mas propicias, sin embargo, hoy todo tiene un horizonte menos dramático y un compromiso más arraigado con la comunidad, gracias a la capacitación y al profesionalismo de sus miembros, que saben que el futuro les pertenece y que su fortaleza radica en la unidad.

Teniendo en cuenta que las confrontaciones de ideas solo sirvan para el abono institucional y que la búsqueda del liderazgo es la competencia sana para conquistar la superación colectiva; y que, la consigna Abnegación y Disciplina, son la constante plena de entrega, sacrificio, hermandad y solidaridad.


Víctor Hugo Vicuña Piedra


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